AOVE y salud cardiovascular son conceptos estrechamente relacionados. El aceite de oliva virgen extra, pilar de la dieta mediterránea, es reconocido por sus múltiples beneficios para el sistema cardiovascular gracias a su alto contenido en polifenoles y ácido oleico. Sin embargo, un aspecto menos conocido pero igualmente relevante es su impacto positivo en la microbiota intestinal, lo que influye directamente en la regulación del colesterol y la presión arterial.
La microbiota intestinal y su papel en la salud cardiovascular
La microbiota intestinal está compuesta por millones de microorganismos que desempeñan un papel esencial en la digestión, el sistema inmunológico y la producción de metabolitos. Estudios recientes destacan que una microbiota equilibrada puede incidir de forma directa en la salud cardiovascular, ayudando a reducir la inflamación, mejorar el metabolismo de los lípidos y controlar la presión arterial.
AOVE y su efecto en la microbiota intestinal
El consumo habitual de aceite de oliva virgen extra (AOVE) favorece una composición saludable de la microbiota intestinal. Investigaciones de la Universidad de Jaén demuestran que una dieta rica en AOVE promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas, en contraste con dietas ricas en grasas saturadas, como la mantequilla. Además, los polifenoles del AOVE actúan como prebióticos, apoyando una microbiota equilibrada y funcional.
El vínculo entre AOVE, microbiota, colesterol y presión arterial
Una microbiota saludable, modulada por el AOVE, contribuye a la disminución del colesterol LDL (“malo”) y a la mejora del HDL (“bueno”). Un estudio publicado en Nutrients sugiere que el AOVE, al actuar sobre la microbiota, también contribuye a la regulación de la presión arterial, reduciendo el riesgo de hipertensión.
QvExtra! y el sello SIQEV
Para aprovechar al máximo estos beneficios, es fundamental elegir un AOVE de alta calidad, como los que cuentan con el sello SIQEV de QvExtra!. Este sello certifica un contenido mínimo de 200 mg/kg de polifenoles, lo que garantiza una mayor concentración de compuestos bioactivos responsables de los efectos positivos tanto en la microbiota como en la salud cardiovascular.
Bibliografía
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