Sabemos que el AOVE es bueno, pero ¿sabemos cuándo un AOVE es bueno? Siempre es importante saber qué estamos comprando, más aún cuando queremos comprar un AOVE de calidad.
Pasos para reconocerlo
El Aceite de Oliva Virgen Extra es un producto de calidad certificada que cada vez ha ido adquiriendo mayor reconocimiento y es importante que sepamos reconocer cuándo es bueno o no a la hora de comprarlo, ya que en muchas ocasiones podríamos estar adquiriendo un producto de una categoría inferior a la que pensamos.
Cuando un AOVE es bueno, hay una serie de cualidades que lo identifican: las bioquímicas, como son su pureza, el grado de acidez, el índice de peróxidos… ; y sus cualidades organolépticas, como son su sabor y su olor (un buen aceite no debe tener olor y sabor a aceituna sino a hierbas, manzana verde, rúcula…).
Pero estas cualidades no se pueden medir a simple vista. Por eso, hoy tomaremos algunas notas sobre cómo saber si el aceite que tenemos en las manos en el supermercado es un AOVE de calidad.
El grado de acidez: que en su etiqueta ponga “Virgen Extra”
El grado de acidez no tiene nada que ver con el sabor amargo, ni la intensidad, ni nada parecido, sino que determina la cantidad de ácidos grasos libres en el producto. Este viene dado por el tipo de proceso al que se haya sometido la aceituna, tanto en su cultivo como en la recolección, que debe ser en su momento óptimo.
Cuanta más acidez, peor es el aceite. De este modo, los aceites refinados son aquellos que tienen un mayor grado de acidez. ¿Los que menos (es decir, lo más buenos)? Aquellos que en su etiqueta ponen “Virgen Extra”: un virgen extra nunca supera una acidez de 0,8º.
Procesamiento: que sea en frío
El aceite no debe obtenerse con altas temperaturas, ya que cambia sus propiedades con el calor. Su temperatura óptima debe ser de 27ºC o menos. Cuanto menor, mejor calidad.
Fecha de la cosecha: debe tener menos de un año
A diferencia del vino, el aceite no mejora con la edad. Si estás en el súper y quieres comprar un buen AOVE, fíjate en la fecha.
Denominación de origen: debe indicar su procedencia
La oxidación no es buena para el aceite. Por eso, que indique su procedencia y que sea envasado en origen es siempre indicativo de buena calidad.
Color: olvídate del color y fíjate en su nitidez.
Un AOVE de calidad no tiene un color específico: dependiendo de la variedad los hay de diferentes tonalidades (más verdes, más amarillos..). Sin embargo, sí que es importante que nos fijemos en su brillo y nitidez: nunca debe estar turbio.
Garantía: Sello SIQEV
El último paso no es el menos importante, sino el más evidente. Si quieres asegurarte al 100% de que vas a adquirir un buen AOVE, busca siempre que tenga el sello de calidad SIQEV ya que un AOVE SIQEV tiene garantizadas todas las cualidades y propiedades necesarias para que sea un producto de máxima calidad.