AOVE como mejor aceite para la salud cardiovascular: Un aliado para tu bienestar
El AOVE como mejor aceite para la salud cardiovascular se distingue de otros aceites vegetales por su estabilidad, su composición en ácidos grasos y su alto contenido en polifenoles, los cuales cuentan con beneficios probados para la salud, como la reducción de la hipertensión y el colesterol LDL. Su producción mediante prensado en frío conserva estos compuestos beneficiosos, a diferencia de los aceites refinados, que pierden la mayoría de sus propiedades durante el proceso de producción.
Estabilidad y calidad nutricional del AOVE
Una de las principales ventajas del AOVE frente a otros aceites vegetales es su alta estabilidad oxidativa, lo que lo hace más resistente a la degradación durante el almacenamiento y el cocinado. Esta estabilidad se debe a su elevado contenido en ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), mientras que otros aceites vegetales contienen una mayor proporción de ácidos grasos poliinsaturados, que se oxidan más fácilmente. La oxidación de los ácidos grasos genera compuestos perjudiciales para la salud, como los ácidos grasos trans y la acrilamida, especialmente cuando los aceites se someten a altas temperaturas.
Además, el AOVE contiene una cantidad significativa de polifenoles, compuestos únicos de este aceite, que protegen el aceite de la oxidación y aportan beneficios cardiovasculares. De hecho, el AOVE de calidad certificado por QvExtra! con el sello SIQEV, debe contener un mínimo de 200 mg/kg de estos compuestos, garantizando así su alto valor nutricional.
Beneficios para la salud
Diversos estudios han demostrado que el AOVE como mejor aceite para la salud cardiovascular es el único aceite que, gracias a su contenido en polifenoles y otros compuestos, tiene la capacidad de: reducir la inflamación vascular, disminuir los niveles de colesterol “malo” y mejorar el colesterol “bueno”, proteger de las enfermedades cardiovasculares y, además, evitar la degradación de otros nutrientes esenciales como la vitamina E y los carotenoides durante la cocción.
En cuanto a la hipertensión, el AOVE también destaca como la mejor opción en comparación con otros aceites. Diversos estudios demuestran que el AOVE no solo reduce significativamente la presión arterial, sino que sus efectos son más pronunciados que los de otros aceites como el de girasol o el de uva. Esto se debe, nuevamente, al gran contenido en polifenoles que posee el AOVE.
Comparativa con otros aceites
Si se compara con otros aceites vegetales, las diferencias son notables. Los aceites de semillas, como el de girasol o el de soja, son más propensos a la oxidación y a la producción de compuestos nocivos cuando se calientan. Hay aceites, como el de aguacate, que tienen perfiles grasos similares al del AOVE, pero carecen de los polifenoles y antioxidantes que lo hacen único. Incluso el resto de aceites derivados de la aceituna pierden gran parte de sus compuestos bioactivos en los procesos de producción y refinación.
Elegir un AOVE de calidad certificada, como el avalado por SIQEV y QvExtra, garantiza un contenido mínimo de 200 mg/kg de polifenoles, asegurando un aceite con el máximo valor nutricional. Su resistencia a la oxidación no solo lo hace ideal para cocinar, sino que además preserva mejor otros nutrientes esenciales como la vitamina E y los carotenoides. Por todo esto, incorporar AOVE en la dieta es la mejor decisión para disfrutar de su sabor, sus propiedades y sus beneficios científicamente demostrados.
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